Una estrategia innovadora para la fertilización con nitrógeno
Con la estrategia "Farm to Fork" ("De la granja a la mesa") en el centro del "Green Deal", la Unión Europea ha emprendido una línea de acción que pretende, entre otras medidas, reducir para 2030 las pérdidas de nutrientes que se producen en el medio ambiente debido al uso excesivo de fertilizantes químicos en al menos un 50%; esto supondrá reducir el uso de fertilizantes en al menos un 20%. En este contexto, agravado además por el fuerte cambio climático y la inestabilidad de los precios de las materias primas, es necesario revisar la fertilización de los cultivos agrícolas con una estrategia innovadora y sostenible con el objetivo de maximizar la capacidad de la planta para asimilar los nutrientes, especialmente el nitrógeno.
El nitrógeno es un nutriente esencial para el crecimiento de las plantas, debido a la gran cantidad que utiliza, y es el gas más abundante en la atmósfera terrestre, de la que constituye alrededor del 78%. En forma gaseosa, el nitrógeno no puede ser absorbido directamente por la planta, que en la naturaleza debe utilizar el nitrógeno del suelo. En el suelo, la capacidad de la planta para asimilar el nitrógeno varía en función de su disponibilidad en la solución circulante; la parte de nitrógeno absorbible es limitada y está sujeta a pérdidas o inmovilizaciones de diversos tipos: percolación y/o lixiviación, adsorción a las superficies de las arcillas y de la materia orgánica, volatilización, etc